viernes, 10 de octubre de 2014

Sé mi desierto


Mi desierto, siempre mi desierto,
sus flores son margaritas.
Un sol en blanco, casas, océanos,
sus algas son marinas.
Cierro los ojos, imagino
oscuridad y silencio totales.
Espacio abierto, incluso el cielo,
son playas infinitas.
Los alimentos mas primordiales,
falta y defecto brutales.
Las cosas no son fáciles para nadie
dentro de este iglú tan descongelado,
tanta longitud,
tan lleno de finales,
tan privado de tí.
Mi desierto, siempre mi desierto,
son cactus, son espinas.
Un sol en blanco, ficus vegetales,
las plantas significan.
Cierro los ojos, imagino
oscuridad y silencio totales.
Las cosas no son fáciles para nadie
dentro de este iglú tan descongelado,
tanta longitud,
tan lleno de finales,
tan privado de tí.
Las cosas no son fáciles para nadie
dentro de este iglú tan descomunal,
lleno de granizo,
tanta libertad,
tanta magnitud.
Las cosas no son fáciles para nadie
dentro de este iglú tan descongelado,
tanta longitud,
tan lleno de finales,
tan privado de tí.
mi desierto, siempre mi desierto …

Antonia Fónt, "Coser i cantar"


Nada

Hoy no he hecho nada.

Mi mente ha vagado por parajes inmundos llenos de pensamientos que revoloteaban sin parar. Mas por miedo de quedarse ahí dentro para siempre, arrollada por ese remolino de sensaciones e incertidumbre, se ha alejado sin tocar siquiera con la punta del dedo la caricia punzante de los rincones del abismo, el abismo de mi interior.

Por ello, he de decir que siento un vacío extraño que se hace cada vez mayor. Quisiera que el mundo entero se apagase, y yo siguiera en mi burbuja particular, a gusto, alejada de todo.

Corren tiempos difíciles, solían decir los reyes y reinas cuando en su imperio quebraba la paz. Hoy en día lo hacen los políticos cuando su programa electoral cae en declive y el pueblo se les vuelve en contra. Pero yo no puedo ser rey ni reina, ni siquiera un político mediocre. Al menos hoy.  No soy capaz ni siquiera de refugiarme en esas tres pocas palabras para librarme de la responsabilidad de mis propias incongruencias. Sólo se me ocurre decir: hoy no siento nada.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Reflexión tras 4 años...

Me encuentro en un punto de mi vida en el que no quiero ver la realidad, pues aunque lo niegue, mis actos demuestran que no estoy sana, que la recuperación no llega, y que este maldito trastorno no me abandona nunca.

Mi universo entero gira en torno a la palabra "comida", y por culpa de ésta el cauce de mi futuro se ha desviado hacia otros destinos que no esperaba. He luchado con todas mis fuerzas y he intentado canalizar mi vida, pero ya mismo no sé ni lo que quiero ni lo que no.

Quizás estas palabras a modo de introducción os sonarán a muchas/os, puede que os encontréis en una situación parecida a la mía, y de verdad, si es así os agradecería vuestra colaboración y apoyo, porque parece que yo sola no puedo con esto.

Realmente, cuando no te salen las palabras y sustituyes todo ello por comida, descubres que el verdadero problema no está en la imagen frente al espejo, en las calorías que ingieres, en la báscula, la ropa, el ejercicio... sino en tu mente, en ti misma, en tu personalidad, en quien eres, en quien quieres ser, en tu propio ser, en tu alma, tu esencia... Amortiguas tu frustración castigándote, hiriéndote, y desviando tu atención hacia asuntos banales que realmente, solo reflejan la inseguridad e inmadurez de tu alma, tu angustia y tu miedo.

Cuando era más niña me sabía la teoría de memoria, pero no comprendía del todo la realidad. Ahora que estoy mucho más cerca de la edad adulta que de la adolescencia, lo veo más claro. No puedo ser perfecta. Nadie lo es. Realmente, la felicidad se encuentra en las cosas pequeñas, y no es rico el que más tiene, sino el que con menos se conforma. Aunque siempre tendré un espíritu ambicioso y exigente, no puedo exigirme algo que me induce a huir de mi propio yo, a ser quien que no soy, alguien que me cuesta reconocer, aunque en realidad, nunca me he conocido del todo. Pero no importa.

Como dice la canción: "I am beautiful no matter what they say, words can't bring me down".

Actualmente tengo 19 años, camino de 20, y fui diagnosticada de anorexia nerviosa a los 15. Tenía un cuerpo de chica mayor, que no concordaba con mi edad, y mi complexión esbelta, que nunca fue gorda, me daba una "madurez" que no poseía. Por ello, y por muchas otras cosas, enfermé de un mes para otro, casi sin darme cuenta, sin querer, y restringí alimentos de tal forma que me encontraba cavando mi propia tumba de forma lenta y semiconsciente, casi como un suicidio premeditado. Toqué fondo cuando mi corazón rozó las 30 pulsaciones por minuto (el mínimo normal es 60), mientras mi madre contenía las lagrimas junto a mí, que yacía en una camilla de la sala de urgencias, y el cardiólogo auguraba una muerte súbita por bradicardia severa. Yo no temía por mi vida, total, si no tenía ganas de empezar un nuevo día, no había ilusión, ni desilusión, estaba vacía por dentro y por fuera... Solo quería esfumarme y desvanecerme para que se acabase todo ese sufrimiento, para no luchar contra algo a lo que no podía vencer.

Pero ingresé de nuevo en la clínica, por quinta vez consecutiva en un año, y me dejé llevar, dejé de pensar, y poco a poco mi "parte buena" se interpuso a mi "parte mala". Perdí amigas, familia, la confianza de quienes me conocían, y solo me tenía a mí misma. Ni siquiera mi madre quería venir a la clínica porque le estaba costando una enfermedad a ella también. Me sentía culpable.

Pero pronto recuperé peso y tanto buenas noticias como malas tocaron a la puerta. Al poco de salir de la clínica falleció mi abuela, y me prometí a mí misma no darle más disgustos a la familia que me quedaba, ni a ella, al menos desde el cielo, y a salir adelante y lograr mis metas para que estuviese orgullosa de mí.

Así, seguí con mis estudios, y llegué a segundo de bachiller, luego selectividad, y entré a la carrera que quería. Tuve que irme a vivir fuera porque no había plazas en mi localidad, y falleció entonces mi abuelo. Otro palo, pero otro golpe de realidad. Mientras, tenía que poner todas mis fuerzas en los estudios, pero fracasé. Repetí curso, y tras un verano espantoso, me volví comedora compulsiva. Aumenté hasta el doble de mi peso, y nuevamente volví a fracasar. No podía concentrarme, me pasaba los días comiendo sin querer pensar, intenté inducirme el vómito sin éxito, me purgué con laxantes, compensé la ansiedad con ejercicio frenético, pero nada dio resultados. Este año quise acabar con todo el tormento, e intenté suicidarme. Me tomé una caja de pastillas, pero no surgió efecto. Vomité la dosis mortal de diazepam, y entonces comencé de nuevo desde cero. A finales de mayo fui al psiquiatra y me diagnosticó depresión moderada y me recetó antidepresivos. Mejoré notablemente, pero no del todo. Conseguí bajar algunos kilos este verano, y mi apariencia física mejoró notablemente.

Pero tras semanas de dieta y buen comportamiento, hoy atraqué la cocina y me encuentro fracasada, me siento culpable y deprimida. Estoy faltando a clase nuevamente, no tengo ganas de nada, y no sé en quien confiar. Vivo en un piso de estudiantes, lejos de mi casa y de mi tierra, de mis amigos (los pocos que me quedan...) y no sé qué hacer. Me invade la pena, y realmente solo quiero estar tranquila y vencer esta mierda de una vez por todas, pero es imposible. No quiero estudiar, no quiero salir, no quiero conocer a nadie, no quiero hacer nada, solo llorar y correr junto a mi madre como si fuera una niña pequeña. Soy franca, y sé que esa no es la manera, pero... ¿qué otra cosa me queda? ¿En quien confío? ¿Qué hago conmigo misma?

Estoy engordando nuevamente, ahora que mi IMC ya no apuntaba "sobrepeso", lo ha marcado nuevamente. Ya ni me gustan los hobbies que antes practicaba, no encuentro tranquilidad, no hay paz en mi interior, solo ganas de gritar. Voy a echarlo todo a perder. Ya ni me gustan los hobbies que antes practicaba, no encuentro tranquilidad, no hay paz en mi interior, solo ganas de gritar. La depresión me ha vaciado por dentro, desde que enfermé me encuentro sin alma, sin esencia. Quiero ser fuerte, pero ¿cómo?

Por favor, si has leído hasta aquí, necesito ayuda. Si te sientes identificad@ con mi historia, estaré encantada de escucharla. Gracias, nuevamente, a todos vosotros. Solo pido ser feliz y "normal", como la chica que era antes.

Os quiero




A tientas

Mario Benedetti


A tientas


Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.




lunes, 8 de julio de 2013

Me presento♛

Hola, 

En primer lugar, suelto aquí un monólogo para quedarme a gusto, y aclararme un poco las ideas, claro está. Lo cierto es que a lo largo de mi singular y, francamente, humilde y monótona vida, me he dado cuenta de que la escritura da algo más que el simple hecho de desahogarte con el papel cuando no encuentras otro modo de confesar grandes pesares de los que tú mismo te avergüenzas. A quién lo le habrá pasado, es normal.

Todos necesitamos cambiar el rumbo alguna vez, discernir por nuevos senderos a fin de, quizás, encontrarte contigo mismo. Porque para ver a gente sales a la calle y ya tienes un buen panorama para contemplar... pero cuando se trata de nuestro interior, ¿qué? Además, nunca tuve un diario personal, excepto el que me regalaron para mi comunión, y mira, en blanco sigue. De qué sirve escribir a alguien que nunca va a leerlo excepto tú mismo. Aunque, a veces se hace tan necesario... 

Y bueno, no me entretengo mucho que me conozco, y luego tenemos 4 páginas contando los motivos que me han llevado a transitar por estos lares, que seguramente a nadie le importarán, y solo pobres diablos como yo nos disponemos a leer, o a escribir, en momentos de aburrimiento extremo como este. Que no por eso significa que no tenga vida, ¡eh!, que tengo, quizás, demasiada, lo que me lleva en ocasiones, a cansarme de todo y a decir basta. Sí, puede que esta sea monótona y simple, pero es demasiada, que conste jajajaja. No, en serio, quiero vivir MI vida, salir de un círculo vicioso que no tiene explicación ni causa aparente, que no lleva a nada, sino a comerte la cabeza con sinsentidos que te hacen cuestionarte el sentido de tu propia existencia. Porque sí, cuando llegas a la mayoría de edad te comienzas a preguntar cosas que, no sé, me llevan a pensar y a pensar más y más, y al final ni tú misma te entiendes. Miras atrás, ves el camino recorrido, y, como dice el dicho, te arrepientes más de lo que no hiciste, que de lo que hiciste. 

Pero como todavía estamos a tiempo, y me queda mucho por delante, sé que me cansaré de experiencias nuevas y bla, bla, bla... ya sabéis, así que, bueno, también considero importante nutrirte espiritual y mentalmente, porque, como dice otro refrán, "no solo de pan vive el hombre". Así que, también necesito conversar conmigo misma de vez en cuando, porque cuando todo empieza a girar demasiado rápido, tienes que bajarte de la noria si no quieres seguir mareándote, y, no sé, a veces creo que la vida se vuelve demasiado complicada como para entenderla a simple vista, y, tal y como está el mundo, el que no corre vuela, y si no sabes tomar decisiones certeras, rápidas y precisas, puede que te arrepientas el resto de tu vida de no haberte subido a ese tren, mientras esperas a tener de nuevo oportunidades tan grandes como esa, aunque, seguramente, más por la probabilidad que por el destino, esta no vuelva a repetirse nunca más.

Seguro que hay algo que ya estaréis pensando, sí. Primero, que soy chica, y, efectivamente, no os equivocáis. Exactamente tengo dieciocho añitos, no tengo novio, me han catado tres veces fotógrafos de modelos y agencias para trabajar con ellos... uno me dijo que "era una diosa"...claro, lo que quería era llevarme a su cuarto... idiota. Les contesté un rotundo "no" a todos. No preguntéis por qué, pues realmente me gusta ese mundo, pero odio que me controlen, y no, tampoco va conmigo, para qué me voy a engañar. Odio que valoren a una persona por su físico únicamente. Que el mío no es una maravilla ni nada. Además, ahora, si en verano cojo unos kilos ni se fijan en mí, y si estoy como ellos quieren, claro, entonces sí. Anda y que les den... y no, no soy borde con los tíos, soy "selectiva". 

Después de este pequeño sermón, aclarar que estoy en primero de carrera, bueno, ahora mismo, de vacaciones, y sí, tengo una vida como cualquier universitaria: intento ser persona manteniendo al máximo posible la vida social y la vida académica, sin descuidar ninguna de las dos, por lo que, prácticamente estoy modo "búho 24h", durante un tiempo, hasta que digo basta, y pueden pasar dos cosas. O bien suspendo, y me quedo sin paga durante tres meses mínimo, pero eso sí, me conozco la nueva temporada de Zara y Mango de arriba a abajo, tengo el Face petado, y voy a todas las fiestas habidas y por haber, más cenas con la resi, jueves universitarios, etc, etc... o bien me convierto en una paranoica antisocial que vive aislada del mundo, adicta al café, metida en la sala de estudio de la resi (porque sí, me tocó quedarme en residencia este año como habrás notado), hasta sacar matrícula de honor en esa asignatura que me llevaba tocando los ovarios, con perdón, desde principio de curso. Y si eso no funciona siempre se puede acabar acudiendo al profesor a pedir un par de revisiones, que suele funcionar, pero no, ¡tampoco penséis mal, eh!, que para limpiar el piso ya están las de mi resi, que con la lengua barren la uni entera. Vosotros limitaos a leer mi blog, pero nada de chisme, que soy una chica decente, con fundamento. No me mola ir detrás de los docentes haciéndoles favores, aunque claro, en casos extremos, ¡vivan las armas de la persuasión! Ya me entendéis... con las profesoras no funciona... :(

Sí, la segunda cosa que estaréis pensando es que me meto tripis en la esquina, lo sé. Nada que ver con la realidad, eso lo dejo para alguna movida loca un sábado noche, que por cierto, no me acuerdo de qué pasó, así que lamentablemente he de decir que las drogas no se encuentran entre mis vicios preferidos. Solo soy un poco sarcástica, atrevida, loca, risueña, tonta, creída, insegura, melancólica... nada especial. Bueno, espero que, en primer lugar, me desahogue un poco con este Blog, que por suerte es anónimo, porque si realmente, tú, lector, que estás al otro lado de la pantalla, has llegado hasta aquí y no te has aburrido, sería un palo increíble que me encontrara contigo por la calle y me sacaras el típico tema de conversación de: "oye, que leí la entrada de presentación de tu blog el otro día, pero qué bombazo..." NO. Mejor no, no quiero que nadie conozca esa faceta oculta mía de escritora, eso primero. Segundo, no es por nada, pero parecerías el simpático de turno, y tercero, sería un peloteo, ya de paso, demasiado evidente, porque hay que reconocer que en esto de escribir no soy mediocre, sino lo siguiente jajaja. 

Así que, estimado lector, o lectora, es un placer que hayas llegado hasta aquí sin cansarte con mi discurso poco original, y, qué más que desearte que disfrutes del contenido, y que te sientas indentificado/a. Poco a poco iré destapando confesiones inconfesables, y diciendo cositas que me han sucedido, pensamientos y demás elementos... que poco a poco forman y han conformado la persona que actualmente soy, y que, sin ir más lejos, espero, siguiendo este camino, convertirme en la mejor versión de mí misma, alcanzar mis metas y llegar a donde quiero llegar. Porque sí, si en esta vida no te propones luchas y batallas que vencer, que quizás tendremos que librar más de una vez, no tienes vida. Aunque de paso, queda dicho que vivir es un fin en sí mismo. Pero sin ilusiones ni sueños, sin un poco de ambición, que no avaricia, no se llega a nada. A ver si me lo aplico yo también jejeje

Besos, y hasta pronto

Fdo.Yo 

PD.: No preguntes a qué viene el nombre de mi blog, se me ocurrió tan rápido y espontáneamente como lo fue escribir esta "breve" presentación. Soy así, escribo como la que entabla una conversación, todo sale fluido. No tiene nada de riqueza literaria, si es lo que buscas. Cabe aclarar que soy estudiante de ciencias, a Garcilaso y compañía los dejé aparcados en bachiller, "mucho tiempo ha" jiji. Cada escrito que hago es parte de mí misma, y me define como persona. Por tanto, lo puse para hacerme la interesante, y claro está, no es por nada pero soy irresistible. Tanto de vista como de mente, por qué no... Jajajaja ✌❤ Besitos pa' todos!! A cuidarse ;)